Tema importante: VIH y el embarazo
El VIH y el SIDA
El VIH causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Cuando una persona está infectada con el VIH, no se enferma inmediatamente con SIDA. El virus ataca y debilita el sistema inmunitario gradualmente. A medida que se debilita el sistema inmunitario, las personas infectadas con VIH pueden adelgazar, sentir agotamiento y presentar fiebre. La cantidad de células CD4 que tiene la persona también disminuye. Las células CD4 son las células principales del sistema inmunitario que combaten infecciones. La cantidad de células CD4 indica el grado de fortaleza o debilidad del sistema inmunitario. Cuando el sistema inmunitario está debilitado, el cuerpo corre el riesgo de contraer ciertas infecciones y algunos tipos de cáncer que habitualmente podría combatir. La infección se denomina SIDA cuando el recuento de CD4 cae por debajo de cierto nivel o si la persona se enferma debido a que su sistema inmunitario está debilitado.
Gradualmente, la infección del VIH puede producir enfermedades graves. Es posible que transcurran meses o años antes de que el VIH se convierta en SIDA. Aunque no hay una vacuna para prevenir la infección del VIH ni tampoco una cura para el SIDA, hay medicamentos que pueden demorar el inicio del SIDA y ayudar a proteger el sistema inmunitario.
Cómo se puede contagiar el bebé con el VIH
El VIH se transmite de una persona a otra a través de los líquidos corporales. Los líquidos corporales que pueden transmitir el VIH son:
* Sangre
* Semen
* Líquidos vaginales
* Leche materna
La transmisión de VIH ocurre cuando los líquidos corporales de una persona infectada entran en otra persona. Esto puede suceder durante las relaciones sexuales o al compartir agujas para inyectarse drogas. Si está embarazada y tiene el VIH, puede transmitir el virus a su bebé durante el embarazo, trabajo de parto, parto o al amamantar al bebé. Durante el embarazo, es posible que el VIH atraviese la placenta e infecte al bebé. Durante el trabajo de parto y parto, el bebé puede estar expuesto al virus al entrar en contacto con la sangre de la madre y con otros líquidos. También es posible transmitir el virus al amamantar al bebé ya que la leche materna contiene el VIH.
Hay medidas que puede tomar para ayudar a prevenir que esto suceda. La cantidad de bebés que adquiere el VIH mediante sus madres durante el embarazo ha disminuido. Con tratamientos y opciones para el parto, el 99% de las mujeres infectadas con el VIH no transmiten la infección a sus bebés al nacer. Sin embargo, sin tratamiento, 1 de cada 4 bebés contraerá la infección.
El embarazo y las pruebas de VIH
Todas las mujeres embarazadas deben someterse a pruebas de VIH tan pronto como sea posible en el embarazo. Las pruebas de VIH no le indican si tiene SIDA ni si se enfermará, sino que le dicen si porta el virus. Hay varios tipos de pruebas de VIH. Los tipos de pruebas más comunes determinan la presencia de anticuerpos contra el VIH en la sangre. Si se hallan anticuerpos en la sangre, el resultado de su prueba es “positivo”. Se hará otra prueba para confirmar estos resultados. Si no se hallan anticuerpos, el resultado de su prueba es “negativo”.
El cuerpo requiere un tiempo para producir suficientes anticuerpos que puedan detectarse mediante esta prueba. Si se infectó recientemente, es posible que el resultado de su prueba sea negativo aunque ya está infectada. Por este motivo, si corre un riesgo mayor de contraer la infección, debe hacerse otra prueba de VIH en el tercer trimestre
A las mujeres que no se han sometido a pruebas de VIH durante el embarazo se les ofrece una prueba rápida de VIH cuando comienza el trabajo de parto. Los resultados de la prueba rápida están disponibles en unas cuantas horas. Es importante hacerse esta prueba ya que el bebé debe recibir tratamiento a la mayor brevedad si la madre tiene el VIH.
Cita :
Prueba adicional de VIH Es posible que necesite una prueba adicional de VIH durante el tercer trimestre si presenta alguno de los siguientes factores de riesgo: * Ha recibido un diagnóstico de enfermedad de transmisión sexual distinta al VIH durante el último año. * Usted o su pareja sexual se inyecta drogas ilegales. * Tiene una nueva pareja sexual o varias durante su embarazo. * Las pruebas de VIH de su pareja sexual han sido positivas o dicha persona corre un riesgo alto de contraer la infección. * Usted intercambia sexo por drogas o dinero.
El tratamiento del VIH durante el embarazo
Las mujeres infectadas con el VIH necesitan seguimiento médico constante. Se les harán pruebas para detectar ciertas infecciones, tales como otras enfermedades de transmisión sexual (STD, por sus siglas en inglés). Si presentan otras infecciones, recibirán tratamiento para éstas también.
Su riesgo de transmitir el VIH a su bebé depende en parte de la cantidad de virus que usted tenga, es decir, cuánto VIH está presente en la sangre. Se vigilará constantemente la cantidad de virus y sus niveles de CD4 durante el embarazo. Una cantidad alta de virus y niveles bajos de células CD4 significan que es mayor el riesgo de transmitir el VIH al feto.
Se usan muchas combinaciones de medicamentos para tratar las infecciones del VIH. Si una mujer cuyas pruebas de VIH han sido positivas toma medicamentos para tratar esta infección, debe seguir recibiéndolos durante el embarazo. Si no ha tomado medicamentos, por lo general debe esperar hasta después del primer trimestre para comenzar. Los medicamentos ayudan a mantener baja la cantidad de virus por lo que resulta menos probable que el bebé contraiga el VIH.
Al igual que sucede con otros medicamentos, el tratamiento del VIH puede afectar al desarrollo del feto. Sin embargo, suspender el tratamiento aumenta el riesgo de transmitirle el virus a su bebé.
A veces, el bebé tendrá anemia durante un período breve después de nacer si la madre recibió tratamiento para el VIH durante el embrazo. Se desconocen los efectos secundarios a largo plazo que pueden ocurrir, pero es probable que sean menos graves que la infección del VIH. El objetivo principal del tratamiento es evitar que el bebé se infecte con el VIH.
El Parto
La mayoría de los bebés infectados con el VIH contraen la infección durante el proceso de parto. Durante el trabajo de parto y parto, el bebé queda expuesto a los líquidos corporales que pueden transmitir el virus. Cuando la mujer inicia el trabajo de parto, el saco amniótico se rompe (se rompe la fuente). Una vez que esto ocurre, aumenta el riesgo de contraer la infección del VIH. Debido a esta situación, se les recomienda a las mujeres con cantidades elevadas de virus tener al bebé por cesárea. El parto por cesárea reduce el riesgo de transmitir el VIH al bebé durante el trabajo de parto y parto. En estos casos, el parto por cesárea se realiza un poco antes de la fecha prevista del parto (a las 38 semanas) para reducir la probabilidad de que comience el trabajo de parto. Cuando una mujer toma medicamentos para tratar el VIH durante el embarazo y tiene programada una cesárea, se reduce el riesgo de transmitir el VIH al bebé a aproximadamente un 2%. Las mujeres con cantidades elevadas de virus son las que reciben el mayor beneficio de un parto por cesárea programado.
Sin embargo, el parto por cesárea puede acarrear ciertos riesgos para la madre con el VIH. Las mujeres con cantidades bajas de CD4 tienen sistemas inmunitarios debilitados. Estas mujeres corren un mayor riesgo de contraer infecciones. Por ello, se administran medicamentos para prevenir infecciones durante el parto. Es importante que entienda todos estos riesgos así como los beneficios para su bebé.
Después de que nace el bebé
Después del nacimiento del bebé, se harán pruebas de VIH en el niño en varias ocasiones. Es posible que el resultado del bebé sea positivo después de nacer. Si esto sucede, no quiere decir que el resultado de la prueba de su bebé será siempre positivo. Los resultados de muchos bebés que no están infectados son positivos al principio ya que los anticuerpos de la madre están presentes en la sangre del bebé. Para cuando tienen 6 meses, estos anticuerpos por lo general desaparecen.
Los bebés que nacen de madres cuyos resultados en las pruebas del VIH son positivos reciben tratamiento con medicamentos después de nacer para reducir aún más la probabilidad de infectarse con el virus. La primera dosis se administra dentro de las primeras 12 horas después del parto. El tratamiento continúa durante 6 semanas.
La alimentacion de su bebe
Las mujeres cuyos resultados en las pruebas del VIH son positivos no deben amamantar. Esto se debe a que pueden transmitir la infección a sus bebés. Estas mujeres pueden alimentar a sus bebés con fórmula infantil usando un biberón. La fórmula infantil es una manera segura de proveer todos los nutrientes que necesita el bebé para crecer y desarrollarse. Las mujeres que no amamantan pueden sentir dolor en los senos durante unos días después del parto
Consejos para las mujeres que no amamantan
Debido a que las mujeres cuyos resultados de VIH han sido positivos no pueden amamantar, los senos se sentirán adoloridos durante unos días después de tener sus bebés. Los siguientes consejos pueden ayudar a aliviar el dolor:
* Use un sostén (brassiere) ajustado para apoyar los senos o un vendaje elástico para sostenerlos juntos.
* Aplique hielo.
* Tome medicamentos, como acetaminofeno o ibuprofeno, para aliviar el dolor.
* No aplique calor ni masajes. Esto puede causar que los senos produzcan más leche.
Su tratamiento posterior
Mantenerse sana es lo mejor que puede hacer para su bebé. Es importante seguir tomando los medicamentos después de que nazca el bebé de la manera indicada. Debe también examinarse periódicamente el recuento de CD4 y la cantidad de virus para asegurarse de que los medicamentos estén funcionando. Hay médicos y clínicas dedicados a tratar a las personas con el VIH. Su médico puede darle más información sobre la atención especial para el VIH.
A algunas mujeres les resulta difícil cuidarse después de que nacen sus bebés. Hable con su pareja, sus familiares, amistades o con su médico sobre cómo recibir ayuda.